martes, 24 de junio de 2008

Padre Francisco Calendino: "Vejez"


Esto se publicó en el Boletín Salesiano y lleva la firma del padre Francisco Calendino. Es una larga oración en la que, acostumbrado a convivir con la gente humilde, este admirable misionero llama Tata a Dios y conversa con él como se hace todavía en lugares apartados del país.
Le cuenta que en una fría mañana de cordillera descubre con sorpresa que ya es viejo. Lo descubre cuando un canillita le tiende de lejos un periódico invitándolo a comprar, con estas dos palabras: "¿Diario, abuelo?".
Lo que sigue es la parte sustancial de la oración. Pensé que podría servirles para todos los que transitan la dorada edad de la vejez. Y, también, para los que a ella nos vamos aproximando.
"Por eso mismo, Tata Dios, le estoy pidiendo que me dé una mano; que me ayude a aceptar la vejez con dignidad; que en las eternas noches de insomnio no maldiga a nadie. Que en los días opacos de soledad, no confabule achaques ni persecuciones. Que no me irrite cuando ya no me crean las proezas de juventud, o se sonrían cuando me oyen por enésima vez la misma historia, o se fastidien porque tropiezan mis pies o mi lengua, o me tiembla la voz o la mano, o se me nublan los ojos o la memoria. Que mi fe no se agriete, ni siquiera cuando adivine que ya sobre mi casa se cierne aleteando como un fantasma ese engorroso problema: ¿Quién se hace cargo del viejo? Que no me amargue cuando mi nombre ya no figura en ninguna lista, porque ya nadie me necesita más... Que entonces sepa dar a tiempo y con discreción un paso al lado, y tomar el otro carril: el de la bondad, el del consejo, el del aliento, el del humor...
"Ayúdeme, entonces, mi Tata, a irme apagando callado, sin alegar méritos ni reclamar atenciones, sin trabar el paso a nadie. Que si es posible, ni se note siquiera la brecha entre mi presencia y mi ausencia.
"Ayúdeme, entonces, mi Tata, a irme borrando despacio, como se desdibuja una nube trasparente al viento: con la frente alta, el corazón tranquilo, y las manos cansadas de ayudar a los que van quedando atrás".

5 comentarios:

  1. Gracias Alejandro por el recuerdo al Padre Francisco Calendino, de parte de su familia.-

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  2. Ale, fue el abuelo que nunca tuve vivi mucho con el de los 8 a los 15 gracias gracias. Guillermo de Zapala Neuquen

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  3. Buenos Días.Placer de ver estos recuerdos.Estuve en el colegio desde 1962,3er. grado hasta 1967.Quisiera saber de Marcelo Friedrich. Algunos de Mis amigos y compañeros: Guillermo Alvarez Rojo.Guillermo Bañuelos,Agustin Guerra,Veiga,Patricio Dillon,Tati Vallejos y muchos otro.Quedamos comunicados .Saludos .Miguel Relloso

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  4. MARAVILLOSO MENSAJE QUE SON UN ALIENTO DE ESPERANZA, EN EL CORRECTO TRÁNSITO DESDE ESTE PLANO A ESE "SUPERIOR", EN QUE DEBIERAMOS LLEVAR LA MOCHILA, LLENA DE LA PLENITUD DE LA ENTREGA Y EL AMOR, HASTA EL FINAL DE NUESTRO PASO, POR ESTA TRANSITORIEDAD DE LA EXISTENCIA...

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  5. Imborrable recuerdo de el Padre Consejero, recto, de amable severidad, su enseñanza del séptimo sentido, el de la responsabilidad. Los campamentos que disfrutamos. Padre Calendino, intercede por nosotros!

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